¿T-MEC en riesgo?
15/MAYO/2025 | C.C. CROM
En México, desde que se ve más cerca el 2026, año en que se revisará el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, T-MEC, las opiniones de los expertos en la materia no se hacen esperar. Recordemos que, parte importante de dicho convenio se refiera al mundo del trabajo; por lo que, inclusive, de acuerdo con la Secretaría de Economía, ya se iniciaron los primeros trabajos de análisis para conocer los avances, deudas pendientes o retrocesos.
En específico, el Artículo 34.7 del T-MEC establece una evaluación sobre la operación de este acuerdo comercial, con acciones a proponer en la revisión y la posición de cada país y lo harían al sexto año de su entrada en vigor, es decir, 2026. Si todas las partes pactan continuarlo, permanecerá vigente por otros 16 años. Si una parte no confirma su deseo de extender el plazo del acuerdo por otro período igual, las partes llevarán a cabo una revisión conjunta cada año.
Cabe señalar, que en el marco del T-MEC, opera un Comité de Competitividad de América del Norte, que está compuesto por representantes gubernamentales de cada nación. Su propósito es discutir y llevar a cabo actividades de cooperación en apoyo a un entorno económico que incentive la producción, facilite el comercio y las inversiones, promueva la circulación de bienes y servicios, responda a los desarrollos del mercado y tecnologías emergentes y promueva una mayor integración económica entre los tres países.
Hoy por hoy, se han presentado estudios y análisis sobre el tema, tal es el caso de la recién conformada Coalición de Organizaciones de la Sociedad Civil por los Derechos Humanos Laborales, que dio a conocer un diagnóstico integral sobre avances y obstáculos en la implementación del Capítulo 23 del tratado comercial y propone acciones concretas para la revisión.
El documento “Diagnóstico Laboral del T-MEC” fue elaborado por esta Coalición, integrada por más de 20 colectivos no gubernamentales como Oxfam México, la Red TDT, Serapaz, sindicatos y personas expertas en materia laboral. “No basta con que este tratado comercial, exista; debe garantizar que ningún modelo económico funcione a costa de la precarización del trabajo de alguno de los países involucrados. Este análisis demuestra que tenemos evidencia, propuestas y voluntad colectiva para impulsar cambios profundos”, señaló Alejandra Ancheita, directora ejecutiva de asociación civil Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ProDESC al dar a conocer el texto ante medios de comunicación y donde estuvo presente el equipo de CROM Vanguardia Laboral.
Carga arancelaria
En el tratado comercial hay temas que merecen mayor atención, uno de ellos, es la aplicación e incremento de aranceles por parte de alguno de los gobiernos involucrados, tema que ha causado polémica entre los sectores de la producción en México.
Desde que Donald Trump ocupa la Oficina Oval de Estados Unidos, la amenaza de la aplicación de aranceles está latente. De acuerdo con los expertos, esta acción puede perjudicar a México, ya que, la consecuencia sería encarecer las exportaciones y reducir la competitividad en el mercado internacional. Esto puede llevar a una menor inversión en nuestro país, caída del consumo y una posible recesión; además de los efectos en materia de empleos directos e indirectos; así como el traslado o cierre de empresas.
Entre los sectores que serían más perjudicados se encuentra la industria automotriz, donde la imposición de aranceles puede encarecer los productos y reducir la demanda, lo que disminuirá la producción y ocasionará pérdida de empleos. Además, los aranceles pueden afectar la cadena de suministro, ya que las empresas se verán obligadas a trasladar la producción a otros países, dejar de producir algunos modelos y, lo peor, es que cancelen las inversiones.
Mientras que en el sector energético los aranceles sobre el petróleo y otros productos encarecería la producción y aumentaría la incertidumbre, lo que podría desalentar la inversión extranjera y afectar el crecimiento del sector. Además de elevar los costos de la energía, lo que afectaría a la industria y a los consumidores. Los aranceles sobre importaciones de bienes como el gas natural y componentes para la energía renovable aumentarían los costos de producción y operación para las empresas energéticas, incluyendo la generación de electricidad.
La imposición de aranceles a productos manufacturados en México y que son exportados a Estados Unidos afectará directamente los costos de producción de equipos energéticos, lo que frenaría inversiones y proyectos. Así mismo, podrían provocar una contracción del PIB mexicano, aunque la magnitud dependerá de las medidas de respuesta y las soluciones alternativas que se implementen.
Ahora bien, los aranceles en el sector agrícola de México pueden tener efectos perjudiciales, como el encarecimiento de las exportaciones, la reducción de la demanda y la disminución de la competitividad. Esto afecta a productores, empresas agroindustriales y el empleo en zonas rurales que dependen del comercio internacional.
Por otro lado, los aranceles sobre productos importados, como alimentos, aumentan sus precios, lo que reduce el poder adquisitivo de los consumidores mientras que la demanda de productos mexicanos en los mercados de exportación disminuye, ya que los importadores se enfrentan a precios más altos.
La caída de la demanda y los menores precios para los productores pueden generar pérdidas de empleo en las zonas rurales que dependen del sector agrícola. Entre los productos del campo que se verían más afectados se encuentran el jitomate, la carne de cerdo y el maíz.
En entrevista para CROM Vanguardia Laboral, el Coordinador General del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical, CILAS, Héctor de la Cueva, advierte que Trump no analiza que el país más perjudicado con la imposición de aranceles será Estados Unidos. “Hay que considerar que los aranceles no se le aplican al país sino a las empresas que exportan. En México las principales exportadoras son las propias trasnacionales norteamericanas, es decir, Trump va a aplicar aranceles a sus compañías, desde luego que, a la hora de pagarlos se encarecen los productos, lo que puede provocar que baje la demanda y puede repercutir en la disminución de la producción en México y, a la vez, en posibles cierres de plantas, pérdida de empleos o presión a la baja en las condiciones laborales”.
Eso sería con las empresas y el empleo, señala el abogado en materia laboral, sin embargo, en la economía mexicana habría una afectación, “ya de por sí, se esperaba un bajo crecimiento. Si los aranceles se aplican como dice Trump, pues si pude tener un impacto negativo aunque también lo tendrá del lado de Estados Unidos, porque las que van a perder de entrada son sus propias compañías y los consumidores en el vecino país, Esta acción dispara hacia varios lados. Hay que alertar que la diferencia de estándares laborales y salariales es tan grande en la región que aun aplicando aranceles la ventaja que tienen las compañías de producir en México seguirá siendo grande, ya que los costos laborales, van a ser menores”.
Mecanismo laboral de Respuesta Rápida
El Mecanismo laboral de Respuesta Rápida, MRR, es un componente clave del T-MEC para avanzar en la democracia sindical, permitiendo la presentación de quejas por violaciones a los derechos de libertad de asociación y negociación colectiva. En México y Estados Unidos ha sido utilizado, principalmente, por organismos sindicales para exigir mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores.
El proceso MRR implica la presentación de una queja ante los gobiernos de USA o Canadá, quienes realizarán una evaluación inicial de la queja y, si se considera válida, se pide una solicitud formal al gobierno de México para investigar y remediar la situación. En caso de incumplimiento, se pueden imponer sanciones comerciales, como la suspensión de beneficios arancelarios a la empresa involucrada.
Las quejas registradas bajo el MRR han revelado tendencias preocupantes en distintos sectores, el automotriz es el más presente, representando más del 50 por ciento de los casos. Esto se debe a la prevalencia de contratos de protección, la injerencia patronal en la selección de sindicatos y la falta de mecanismos efectivos para la negociación colectiva. Asimismo, el sector siderúrgico y minero, también, ha sido recurrente en las denuncias, con quejas relacionadas a la represión sindical y la negativa de las empresas a reconocer sindicatos independientes.
Estos sectores, han sido caracterizados por una estructura laboral rígida, han experimentado resistencia en la aplicación de los principios de la reforma laboral. Otra tendencia alarmante es que representantes sindicales y personas trabajadoras en México sean objeto de persecución y ataques por su labor en defensa de los derechos humanos.
Sobre el T-MEC y su próxima revisión, Maricelia Rodríguez, Coordinadora del Centro de Estudios y Planeación Estratégica de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México, ASPA, manifiesta que si bien, “la libertad de asociación y negociación colectiva ha sido clave, debemos ampliarlo a los derechos fundamentales que marca la Organización Internacional del Trabajo. Los sindicatos que activamos el mecanismo, necesitamos que la respuesta gubernamental sea más ágil en el tiempo de respuesta, es decir, garantizar protección y seguimiento de los casos”.
Respecto al sistema laboral y de justicia, la líder sindical, señala que debe ser más confiable y seguro, “sin necesidad de que esté dentro de un tratado comercial. Es decir, la gobernanza de las autoridades laborales mexicanas tiene que estar formado con el personal suficiente para de inspección y sanción; de igual forma, debe contar con los recursos financieros y técnicos que permitan el buen funcionamiento”.
Con regularidad, los especialistas en materia laboral como Héctor de la Cueva han sido cuestionados sobre qué sería lo más álgido de la revisión del T-MEC y la respuesta es: “Está claro que lo que está haciendo Trump con los aranceles y migraciones, hay quienes dicen que su intención es desaparecer el tratado para tener relaciones bilaterales con Canadá y con México, por lo tanto, hay un peligro de presionen tanto sobre un tratado inaceptable que puede morir ahí el T-MEC, pero si se mantiene, Estados Unidos va a tratar de poner condiciones más favorables para su país sobre todo en las industrias de punta como la automotriz, lo que puede ser en dos sentidos, uno, incrementar las reglas de origen para que, en la guerra comercial contra China, tratar de que todo automóvil que circule tenga piezas producidas en la región de América del Norte y, por el otro lado en materia de salarios que había puesto de 16 dólares por hora, mantenerlo o subirlo”.
Aquí surge otra interrogante, dice el Coordinador General del CILAS ¿cómo va a lograr México llegar a 16 dólares la hora?, cuando un trabajador automotriz mejor pagado gana 7 dólares la hora, o sea, se necesitarían aumentos de poco más del 100 por ciento, no se sabe sí las empresas están dispuestas a hacerlo.
La Ley Federal del Trabajo
El 1° de mayo de 2019 se publicó el Decreto por el que se reformaron diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo, estableciendo un nuevo marco normativo basado en tres pilares fundamentales: el nuevo sistema de justicia laboral, el fortalecimiento de la libertad y democracia sindical, y la creación del Centro de Conciliación y Registro Laboral.
En el “Diagnóstico Laboral del T-MEC” indica que a cinco años de la implementación de estas reformas, mismas que se derivaron de la suscripción del T-MEC, específicamente del capítulo 23-A, es importante hacer un balance de los avances logrados y los desafíos que aún persisten. “Desde la Coalición proponemos este balance en dos vías; por un lado, la impartición de justicia laboral e inspección; y por otro, los avances en la libertad y democracia sindical”.
La reforma ha permitido avances significativos en la impartición de justicia laboral. La creación de los Tribunales Laborales y los Centros de Conciliación ha reducido los tiempos de resolución de conflictos, eliminando el rezago generado por las Juntas de Conciliación y Arbitraje. Según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, STPS, más del 75% de los conflictos laborales se han resuelto en la etapa de conciliación, evitando la judicialización de los casos y reduciendo los tiempos de resolución en un 60% en comparación con el sistema anterior.
Sin embargo, la implementación plena de la reforma enfrenta varios desafíos. Uno de los principales es la consolidación de los Tribunales Laborales en todas las entidades federativas, ya que algunas regiones aún presentan rezago en su operación. De acuerdo con datos de la STPS, el 20% de los estados aún no han completado la transición al nuevo modelo de justicia laboral, lo que podría generar retrasos en la resolución de disputas en estas zonas.
En cuanto a la inspección laboral, que es crucial para prevenir las violaciones a los derechos laborales e investigar y sancionar los abusos, aunque se han fortalecido sus mecanismos, sigue siendo urgente aumentar el número de personas inspectoras y mejorar su capacitación.
Diversos grupos de la sociedad civil han evaluado recientemente la inspección laboral con datos del año 2023, y sabemos que la tasa en México es de 1.1 personas inspectoras por cada 100 mil personas ocupadas, lo que posiciona a México como uno de los países con menos personas inspectoras por personas trabajadoras en comparación con estándares internacionales.
Medidas clave
Ante todos los desafíos que han tenido que enfrentarse y otros que aún están pendientes, México debe implementar estrategias para minimizar los riesgos y fortalecer su posición en la relación comercial con Estados Unidos y Canadá. De acuerdo con los organismos que hemos mencionado en este quehacer periodístico se menciona lo siguiente:
-Diversificar los Mercados: Se refiere a la extensión de relaciones comerciales con otros países y fortalecer tratados con Europa, Asia y América del Sur para reducir la dependencia comercial con Estado Unidos.
-Fortalecer el Mercado Interno: Lo que significa, impulsar políticas que incentiven el crecimiento de las industrias nacionales para depender menos de la demanda estadounidense.
-Diálogo Diplomático y Negociación: Eso quiere decir, mantener un canal abierto de diálogo con la administración de Trump para evitar imposiciones unilaterales que afecten el comercio bilateral.
-Cumplimiento de Normas del T-MEC: Asegurarnos de que México está cumpliendo con los compromisos del tratado para evitar sanciones y posibles disputas comerciales.
El T-MEC sigue siendo un pilar clave en la economía de América del Norte, pero la llegada de Donald Trump en 2025 representa un reto significativo para su estabilidad. Nuestro país debe prepararse para una renegociación, medidas proteccionistas por parte de Estados Unidos y nuevos aranceles, con lo que debe garantizarse que la estrategia comercial se mantenga sólida y resiliente ante los cambios en la política estadounidense.